¡Mosca, que Lorenzo se acaba de meter nuevamente en el clóset!
Carlos E. Lippo
Como ya hemos dicho en anteriores oportunidades, Lorenzo Mendoza Giménez, (a) “El Pelucón Mayor”, dueño de las Empresas Polar, ha estado conspirando en contra de la Revolución Bolivariana desde el año 1.998, aun antes de que el Comandante Chávez ganase sus primeras elecciones presidenciales, siendo un hecho comprobado que el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) de España, y el Banco Provincial, subsidiario del primero, del cual eran y siguen siendo accionistas mayoritarios el mismo Lorenzo y otros miembros de su entorno familiar, financiaron en forma abundante a los otros candidatos que concurrieron inicialmente a esa elección y una vez ungido “Frijolito” como candidato único, no sólo incrementaron sus aportes sino que celebraron reuniones con sus empleados, tanto en Polar como en el Provincial, para presionarlos, desconsiderada e indebidamente, a votar en contra de Chávez.
Son también hechos comprobados la participación de Lorenzo tanto en el golpe de Abril de 2.002, durante el desarrollo del cual sus gigantescas gandolas cerveceras y refresqueras fueron usadas por los golpistas para obstaculizar el libre accionar de las fuerzas defensoras de la revolución, como en el paro-sabotaje petrolero de diciembre 2.002 – febrero 2.003, en el cual las Empresas Polar tuvieron una participación protagónica tanto en la parte instrumental, al sustraer de los anaqueles todos los productos de consumo esencial y no esencial de su portafolio, como en su promoción, cuando convirtieron la consigna ¡SI HAY!, que habían estado utilizando durante todo el año, por la subliminal e insultante ¡NO HAY!, que nos estuvieron restregando en la cara a todo lo largo del evento conspirativo.
Fue público y notorio su apoyo a las guarimbas del 2.014, mientras simulaba estar atendiendo a la convocatoria de diálogo por la paz que hiciese el presidente Maduro, pero es el caso que ha terminado de graduarse de conspirador, y con brillantes lauros, a todo lo largo de esta guerra económica que amenaza seriamente con socavar las bases de nuestra revolución, en la que participa como contrabandista de extracción, como manipulador de la producción y distribución de los bienes elaborados en sus empresas y como furioso especulador basado en truculencias e ilegalidades cuya “impecable”ejecución haría palidecer de la envidia al mismísimo Al Capone, si es que éste llegase a resucitar.
Ocurre que Lorenzo, al igual que su fallecido pariente Eugenio Mendoza Goiticoa, cree que el hecho de ser propietario de grandes empresas parásitas, incapaces por cierto de competir en cualquier mercado por sí mismas, que se hacen exitosas por la generosa protección y financiamiento del generoso estado venezolano, les faculta ampliamente para ser presidentes de la república; sin embargo, no teniendo la misma habilidad para la adulación y las intrigas palaciegas que si tenía Don Eugenio, ha optado por conspirar aunque de manera vergonzante, hipócrita y ladina, escudado detrás de su disfraz de “gerente privado eficiente”.
Que Lorenzo vive obsesionado con ser presidente de la república es algo que queda demostrado por las ingentes sumas que se gasta en promocionar la imagen corporativa de su emporio criminal, que insiste en querer confundir con el país todo, y por supuesto en promocionar su propia imagen personal, al punto de ordenar frecuentemente la realización de encuestas sobre sus niveles de aceptación en el seno de la sociedad venezolana. De paso, uno de estos últimos sondeos cuasi estadísticos hechos a su medida por la empresa Datincorp (1), lo ubica con un 12 %, en un tercer lugar como líder nacional, sólo por debajo del presidente Maduro que ocuparía el primer lugar con un 18 % y el “Monstruo de Ramo Verde”, que antes de ser sentenciado supuestamente gozaba de un 16 % de aceptación. ¡Qué decepción, Lorenzo, ni bajándote generosamente de la mula logras quedar por encima del camarada Maduro!
Es por ello que no nos sorprende en lo más mínimo el que Lorenzo esté metido tan a fondo en la actual conspiración, como lo demuestra el audio revelado el día 14 por el camarada Diosdado Cabello (2), que lo presenta en melosa conversación telefónica con Ricardo Hausmann, quien fuese ministro de planificación en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, es un connotado cipayo del imperio y es el mismo que debe estar buscando todavía el famoso “cisne negro” de la absurda farsa cuasi estadística que propuso para intentar demostrar que el referéndum brillantemente ganado por el Comandante Eterno en agosto de 2.004, no había resultado ser aprobatorio sino condenatorio.
Dicho audio confirma indubitablemente la denuncia hecha por el presidente Maduro en su programa televisivo del martes 13, en el sentido de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le otorgará un sustancioso préstamo a la oposición venezolana si logran derrocar al Gobierno Revolucionario; en palabras textuales del presidente (2): “Tengo las pruebas de que el Fondo Monetario Internacional ha recibido la visita de un grupo de tecnócratas y de pelucones y les han expuesto este plan (violento) y les han pedido 60 mil millones de dólares y el fondo les ha dicho que podrían prestárselo si derrocan el Gobierno Revolucionario”.
El audio de marras aclara que los 60 mil millones de dólares de los que habla el presidente no serían aportados en su totalidad por el FMI, que sóloaportaría 50 mil, ya que el resto sería aportado por el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la CAF, Banco de Desarrollo de América Latina (antigua Corporación Andina de Fomento), y valga la oportunidad para destacar el profundo “agradecimiento” que estaría mostrando la CAF, que es actualmente una entidad financiera donde participan los gobiernos de 17 países latinoamericanos, algunos amigos entre ellos, junto a bancos privados de esos países, de España y de Portugal, hacia el país que les construyó, sin costo alguno para ellos, el espléndido edificio que tienen de sede principal en la urbanización Altamira de Caracas.
No obstante, el verdadero “lomito” del audio en relación a Lorenzo Mendoza Giménez está en que por fin admite sin disimulo y sin vergüenza, el estar involucrado en una guerra, que no puede ser otra que la actual guerra económica, admite también que se encuentra al más alto nivel de la conspiración, al declararse pleno conocedor de la cantidad exacta de divisas que requieren para llevar a cabo sus planes macabros, pero “cae por inocente” al regodearse estúpidamente de que por fin logran estar hablando a través de un medio “seguro”. Es el caso de decirle: ¡por favor, sigan menospreciando la efectividad de los servicios de inteligencia de la revolución!
Considero que no está de más el recordar que fue la aplicación de un paquete de ajustes macro económicos diseñado por el FMI, por parte del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, el detonante de aquella rebelión popular de febrero de 1.989, que al ser brutalmente reprimida por las fuerzas del orden público de aquellos días, produjo el pavoroso saldo de más de 3.000 víctimas fatales; así como también el señalar que el préstamo que está negociando la dirigencia opositora agrupada en la MUD con estos buitres financieros, vendría a ser el pago por la implantación de un paquete de ajustes que daría al traste con todos los beneficios socio económicos alcanzados por las grandes masas populares a lo largo de estos casi 17 años de revolución, por lo que generaría una respuesta popular que haría ver al “sacudón de 1.989”, como un amable juego de carritos.
La mención de no pagar a los acreedores con el mencionado préstamo, recogida en el audio, revela de manera palmaria sus intenciones de apoderarse totalmente de esas divisas que pasarían a ser de la nación, bien sea a través de su compra en bolívares cuando logren implantar su soñada unificación cambiaria, acompañada del desmontaje del control de cambios, o bien sea a través de créditos blandos a sus empresas, totalmente irrecuperables como los que les eran concedidos durante la cuarta república. El no pagarle a los acreedores puede tener también la intención de provocar una cesación de pagos (default) de la nación, de PDVSA o de ambas, para alimentar a los fondos buitres y promover la venta de los bienes de la nación, a precios de gallina flaca. ¡En suma, todo un festín al más puro estilo del FMI y el resto de la banca internacional!
Cuando casi llegábamos a creer que Lorenzo, saliendo del clóset, iba a comenzar a comportarse públicamente como el conspirador contumaz que siempre ha sido e iba entonces a asumir su barranco como le correspondería hacerlo a alguien que presume de tanta seriedad y compromiso, Lorenzo no nos “defrauda” y emite un comunicado público que es ampliamente difundido el día 16 por los medios habituales (3), del cual consideramos conveniente mostrar aquí las siguientes perlas: “… rechazo contundentemente los intentos de manipular a la opinión pública con la clara intención de querer utilizarme en la política venezolana”; “… mi trabajo ha sido siempre contribuir con el desarrollo integral de Venezuela y los venezolanos”; … me preocupa la difícil situación económica que atraviesa Venezuela. Sus efectos impactan diariamente a millones de venezolanos y también de manera directa a las empresas”; “…nos hemos visto forzados a suspender la producción en varias de nuestras operaciones por falta de materia prima, repuestos, empaques y otros insumos” y “… me enorgullece decir que sigo aquí trabajando y luchando, como millones de venezolanos, para aportar soluciones desde la iniciativa privada”. ¡Qué vaina Lorenzo, no habías terminado de salir del clóset, cuando corriste raudo a volver a encerrarte en él! ¡Es que se trata de que no tienes remedio!
Para esta semana había planificado escribir mi vigésimo artículo sobre el tema de la Polar, en el cual intentaría develar la más reciente estrategia mafiosa de Lorenzo, de la cual él mismo da muestras en su último comunicado, que no es otra que ordenar el cierre laboral de líneas y de plantas completas de producción, aduciendo de manera fraudulenta falta de insumos para la elaboración y/o el empaque de cuanto producto elaboran (margarinas y otras sustancias untables, arroz, bebidas no alcohólicas, aceites, atunes, pepitonas, etc.), es decir, todo menos cervezas y vinos, que es donde reside el grueso de su rentabilidad. Esta estrategia les rinde considerables beneficios, tanto económicos, al lograr rebajarle el salario por la vía del hecho a los trabajadores involucrados, como políticos, tales como: sustraer productos del mercado para exacerbar la guerra económica; presionar a sus trabajadores para forzar su solicitada lealtad y mal poner al gobierno revolucionario con dichos trabajadores y con la colectividad en general, todo ello a expensas del gobierno por retardarles supuestamente, los dichosos dólares preferenciales que chupan incesantemente con la excusa de tener que importar insumos y equipos. ¡Qué empresarios tan mediocres, absolutamente incapaces de arriesgar un solo centavo de dólar de su propio peculio, después de 75 años medrando a costa del estado venezolano!
También pensaba dedicar una buena parte de ese artículo a comentar en detalle el clamoroso triunfo del Sindicato Único Regional de Trabajadores y Trabajadoras del Territorio Centro Polar (Sintraterricentro Polar), al obtener un triunfo sin precedentes en el sindicalismo de empresas del sector privado en el país, cual es el Laudo Arbitral publicado el día 5 de octubre en la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.198, que al darles totalmente la razón a los trabajadores de Sintraterricentro que lo hicieron posible con su lucha, consagra importantísimos beneficios como los señalados por Juan Rodríguez, presidente de dicho sindicato, en una rueda de prensa ofrecida en la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST)en el transcurso de esta semana; beneficios que además podrían ser extendidos al resto de los trabajadores de las Empresas Polar, con sólo adherirse a la nueva contratación y al nuevo sindicato, como lo señalase en esa misma oportunidad el presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores Cerveceros, Refresqueros y Vinícolas (Sintracerliv,) Frank Quijada (4). Desde estas líneas, mis más entusiastas felicitaciones a este valiente equipo de trabajadores, orgullo de nuestra aguerrida y consciente clase obrera, por haberle dado en la mera torre al más emblemático exponente del podrido empresariado privado nacional.
Habré de terminar este artículo, como tantos otros que me han sido publicados en este mismo portal desde el año 2.013, solicitando al gobierno revolucionario la expropiación, por razones de utilidad y seguridad pública, de la totalidad de las empresas Polar, no porque piense que el estado deba convertirse en un empresario de especies alcohólicas, sino porque que sólo de esta forma se podría garantizar la producción eficiente de los bienes de consumo esencial que este emporio criminal viene controlando desde hace años de manera casi monopólica. Considero que para ello deberá ser conformado de manera perentoria un equipo basado en sus trabajadores, tanto los actuales como aquellos ex trabajadores despedidos o jubilados que tengan a bien incorporarse, con un espíritu similar al que hizo posible la recuperación del “cerebro” de PDVSA, así como el rescate de las naves secuestradas por los marinos golpistas de PDV Marina, durante el paro sabotaje petrolero del 2.002.
En relación a este tema, lo nuevo en esta oportunidad es que tratando de unir la acción a la palabra, la praxis a la teoría, me estaría proponiendo, por esta vía, para formar parte de ese equipo. Siempre resulta difícil hablar de uno mismo, pero pienso que más de 45 años de ejercicio decente y exitoso de la profesión de ingeniero, tanto en el ámbito del sector público como en el del sector privado, aunados a mi voluntad indeclinable de preservar y engrandecer nuestra revolución, me acreditan suficientemente para ello.
¡Es la Polar de Lorenzo Mendoza Giménez, o es nuestra Revolución, no hay lugar para ambas!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
Octubre 17 de 2.015